Título de la exposición: Proyecta Karina Beltrán
Fecha: 18.11.2003 – 18.01.2004
Espacio: CAAM – San Antonio Abad. Las Palmas de Gran Canaria. España.
Horario: de martes a sábado de 10 a 21h. y domingos de 10 a 14h.
Karina Beltrán reflexiona sobre la existencia a través de dos series fotográficas en la sala San Antonio Abad.
Las metáforas personales sobre la muerte y la ceguera de esta artista tinerfeña ocuparán la sala del CAAM a partir del 18 de noviembre.
Desde el próximo 18 de noviembre de 2003 y hasta el 18 de enero de 2004 la sala San Antonio Abad acogerá Proyecta Karina Beltrán, una exposición que recoge dos series fotográficas, ‘My body practicing being dead’ y ‘I close my eyes in order to see’, realizadas el año pasado en Londres, en las que Karina Beltrán (Tenerife, 1968), reflexiona sobre la existencia, sobre la muerte y la ceguera.
Las distintas imágenes de esta exposición presentan a la artista, cuyo retrato es protagonista de las fotografías, en lo que es un ‘enigmático viaje existencial, un sueño real e irreal como la vida y una misteriosa escenografía: decorado casual de cosas prácticas para una muerte nunca calculada, como todas las muertes’, según palabras de la crítica de arte Gopi Sadarangani, en el texto ‘Karina Beltrán, la mano que acaricia la redondez del mundo’ del CD, que en la serie Proyecta sustituye al tradicional catálogo, de la exposición.
Expone también Sadarangani en el CD que las series ‘My body practicing being dead’ y ‘I close my eyes’ no ofrecen respuesta, solo el fluir que sabe que ninguna comprensión puede estar fuera si no late muy dentro, como un flujo abierto, como una metamorfosis. El sentido de estas fotos recoge un itinerario en el que Karina Beltrán se construye, cegada por la idea de tener la máxima claridad en la idea de oscuridad completa, cuando al cerrar los ojos nos quedamos en la sombra infinita que despeja todos los caminos’.
En el citado texto, Sadarangani hace mención a los escenarios que definen el mundo poético de Karina Beltrán, ‘su personal cartografía’, como lo denomina ella, en los que se ponen de manifiesto el interés de la artista por las dualidades expresivas: ocultación-revelación, luz-sombra, imagen-reflejo, vida-muerte.
Continúa Sadarangani: ‘Poéticamente, de nada nos sirve la mirada si no es como punto de partida de un complejo proceso de elaboración / reelaboración de cuanto hemos visto o vivido. Desde esa perspectiva para Karina Beltrán la fotografía es medio de revelación y descubrimiento de lo no visible, simiente de la realidad o médula de la vida. Con la pretensión de iluminar ese sutil sendero, hecho de sombras y claridades y donde la vida y la muerte se trenzan y relacionan, que es la existencia. (…)
Estas fotos que expresan su mundo, remiten a un encuentro también con la pintura. Una acotación de espacios que transmiten un aspecto que puede remitir a la necesidad, a la confrontación reflexiva con los espacios vividos, con las emociones experimentadas, con las realidades, en definitiva, que conforman su vida.’