Baselitz en la Colección Hess

Título de la exposición: Baselitz en la Colección Hess
Fecha: 11.02.2003 – 06.04.2003
Espacio: CAAM – Los Balcones 11. Las Palmas de Gran Canaria. España.
Horario: de martes a sábado de 10 a 21h. y domingos de 10 a 14h.

El CAAM muestra ‘Baselitz en la colección Hess’, 28 obras, fundamentalmente grabados, que reflejan la fuerza de este emblemático artista centroeuropeo

El CAAM será la primera institución en exponer el conjunto de la obra de este artista que pertenece a la Colección Hess, una de las más significativas, internacionalmente, de arte contemporáneo.

Desde el 11 de febrero y hasta el 6 de abril de 2003 el CAAM acogerá la exposición ‘Baselitz en la Colección Hess’, una muestra de especial relevancia para el museo, pues se trata de la primera vez que se expondrá al público el conjunto de las piezas de Baselitz que pertenecen a la Colección Hess, una de las más importantes del mundo de arte contemporáneo, especializada en arte europeo y americano desde los años 50 hasta la actualidad.

En el catálogo, editado por la Colección Hess, el propio coleccionista, Donald M. Hess, explica los motivos por los que comenzó a interesarse por la obra de este artista centroeuropeo: ‘Mi fascinación por la obra de Georg Baselitz se remonta a hace 25 años, y nuestra colección abarca obras desde 1963 hasta 2000. Desde mi punto de vista, Baselitz es un artista muy impulsivo, rebelde, creativo y sentimental, que no se desprende de sus raíces germanas (celtas) y que me sorprende constantemente con su colorido y sus técnicas, siempre cambiantes, mientras que continuamente retoma los temas de su juventud. Desde luego que no soy la única persona que admira a Baselitz; Norman Rosenthal, director de la Real Academia de Bellas Artes de Londres, lo considera «el mejor pintor europeo de su generación»‘.

Georg Baselitz, nacido en Sajonia en 1938 y actualmente se encuentra en plena producción, es uno de los artistas europeos con mayor reconocimiento de los últimos años. Iniciador de la corriente neoexpresionista, sus obras han estado colgadas en los más emblemáticos museos de todo el mundo, como ejemplo, cabe destacar que participó en la Documenta7, en 1983 una retrospectiva suya itineró por la Whitechapel de Londres, el Stedelijk de Amsterdam y la Kunsthalle de Basilea; el Guggenheim de Nueva York le dedicó otra retrospectiva en 1995; el Museo de Arte Moderno de la Villa de París también le dedicó una retrospectiva, la mayor que se le ha hecho hasta ahora, en 1996; en la misma ciudad el Centro Pompidou ha expuesto todos sus dibujos y en España sus piezas han podido verse en el IVAM valenciano y en las salas de La Caixa en Barcelona.

La exposición que ahora acoge el CAAM exhibirá 28 piezas, de las que 16 son grabados, técnica que Baselitz comenzó a cultivar en 1963 y que es muy representativa de su producción creativa. A este respecto Donald M. Hess comenta que ‘en 1992 la Tate Gallery organizó una retrospectiva de todos los grabados de Baselitz en Londres. Hasta entonces nunca había pensado en comprar grabados, pero cuando vi éstos me quedé sorprendido e impresionado por la fuerza y la belleza de las obras. La exposición fue una enorme revelación: me resultó más fácil comprender la gran sensibilidad de Baselitz a través de sus grabados que de sus pinturas de gran tamaño, así que empecé a coleccionar con entusiasmo sus linóleos y xilografías de gran formato’. Sobre estas obras, Leonard Cuenoud, conservador de la Colección Hess, explica que, en la producción de este artista polifacético, el grabado cobró autonomía y mayor libertad a partir de 1969, seis años después de que comenzara con esta técnica. ‘A partir de este momento, desarrolla una iconografía independiente casi abstracta que consiste, prácticamente, en apenas unas águilas identificables y paisajes evasivos. En el año 1977, dio un nuevo giro cuando empezó a trabajar en linóleos de gran formato y, después, en xilografías que, una vez más, estaban estrechamente relacionadas con su obra pictórica de ese momento. Hasta hoy ha mantenido ese formato y, aunque se ha desligado la relación visual directa con el motivo pictórico, ha de verse tanto la pintura como la escultura como medio de fertilización de su obra gráfica. El rasgo más impresionante de estos grandes grabados es su tamaño monumental que, en palabras del artista , «manifiestan una actitud» e impide al espectador captar la imagen de una simple mirada. Esta característica (…) hace que contempar estas obras sea una experiencia desconcertante entre la reflexión tensa y la contemplación serena’.

‘Baselitz en la Colección Hess’ traerá hasta el CAAM también 7 dibujos, 4 cuadros y una rareza: una escultura, ‘La Señora Paganismus’. Donald M. Hess también habla en el catálogo de la escultura de Baselitz, la manera de expresión que más tardíamente incorporó este artista a su lenguaje: ‘Baselitz sostiene que es incapaz de crear esculturas bellas a consecuencia de sus raíces celtas. Cree que el origen de la belleza en escultura se encuentra en los países mediterráneos, cuya noción se deriva del concepto de belleza angelical (…), la cultura celta no cree en ángeles sino que admira a feos enanos en los que encuentra belleza. En mi imaginación, ‘La Señora Paganismus’ bien pudiera ser la esposa de un guerrero celta, de las que acompañan a su hombre a la guerra. Es fuerte, poderosa y valiente, incluso ha perdido un brazo en la batalla, luchando junto a su guerrero. Recuerdo que cuando la vi me impresionó y pensé que, esta vez, Baselitz había ido demasiado lejos. Sin embargo, después de tres visitas a la galería en un espacio de dos días supe que se trataba de una gran escultura: la encontré sorprendente e, incluso, bella’.

Donald M. Hess finaliza su exposición en el catálogo de la muestra con un perfil de este creador rotundo, de fuerza obsesiva, de este hombre del Renacimiento, como lo denomina el propio coleccionista: ‘Baselitz es un artista prolífico y nada habitual en estos tiempos, ya que domina varias disciplinas: dibujo, acuarela, grabados (…) y, por supuesto, pintura y escultura. No cabe duda de que como artista es todo un maestro: obsesionado y comprometido con el mundo de hoy, pero también gran coleccionista que vive en un castillo medieval. En pocas palabras, Baselitz es un auténtico hombre renacentista’.

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