Juan Guillermo

Las Palmas de Gran Canaria, 1916 – Las Palmas de Gran Canaria, 1968

Creadores en la colección del CAAM.

Úsese por: Rodríguez Báez, Juan Guillermo

Perfil del artista

Su nombre completo era Juan Guillermo Rodríguez Báez. Nacido en Las Palmas, cuando apenas tenía ocho años viajó a París, destino común a tantos artistas españoles de la época, pero no lo hizo como consecuencia de una temprana vocación. Fueron sus allegados los que le condujeron en 1924 hasta la capital francesa, donde tenían un negocio familiar de exportación e importación de frutas. A los diez años de su llegada obtuvo un premio juvenil, el "Crayons contes", gracias a sus ilustraciones para cuentos. Fue el primer reconocimiento a sus progresos en el campo del dibujo, al que había dedicado todos sus esfuerzos desde su ingreso en el Liceo Michelet. En París visitará también los estudios y talleres de Pancho Cossío y Francisco Bores, aprendiendo asimismo la técnica del grabado bajo el magisterio del gran estampador Raymond Maurice.

Pero antes de cumplir los veinte años, Juan Guillermo dio por acabada su estadía francesa y regresó a su ciudad natal. Alí entra en contacto con las tertulias de la época y entabla amistad con Néstor Martín. La lesión que sufre en un ojo durante la guerra civil le apartó del frente, convirtiéndose en cartero y dibujante. Lejos de agradecer su desmovilización, el pintor deploró el desmantelamiento cultural que la guerra trajo consigo, queja que consignó en su diario.

En 1940 se traslada a Madrid, donde conoce y recibe la influencia de José Aguiar. Tres años después presenta su primera individual en la capital de España y en 1950 se vincula a la Escuela de Madrid, en cuyas colectivas tomará parte a lo largo de toda la década. El Ateneo de esta ciudad acogerá su última exposición en 1965. Ese mismo año, el Ayuntamiento de Las Palmas le dedicó su primera exposición antológica.

Estilísticamente, Juan Guillermo fue, en su primera época, un cultivador del lenguaje impresionista en cuya obra temprana se han detectado ecos de Cezanne. A partir de entonces manifestará en sus cuadros una tendencia al empaste cromático y a la sobriedad tonal, según ponen de relieve los exegetas de su obra. Según estos mismos comentaristas, su obra central se caracteriza con un primitivismo lírico que entronca con la pintura de carácter antropológico cultivada, en otro registro, por Solana. En las dos últimas décadas, su pintura recupera ciertos elementos del cubismo, que combinará con un regionalismo de rasgos expresionistas.

 

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